Revisión del 14:07 25 jun 2014

Tabla de Contenidos

¿Por qué se han añadido tan pocas revelaciones después de Joseph Smith a la Doctrina y Convenios?

Plantilla:Designación pregunta

• Si todos los presidentes de la Iglesia es un profeta, vidente y revelador, ¿por qué se han añadido tan pocas revelaciones después de Joseph Smith a la Doctrina y Convenios?
• Las revelaciones que se utilizan para imprimir en periódicos de la Iglesia, como el Times and Seasons y el Evening and Morning Star. ¿Por qué son revelaciones ya no publican de manera continua?

Plantilla:Designación conclusión

Profetas siguen recibiendo revelación este día, por lo que pueden tener éxito en esta vida. Son como un obispo, sino para el mundo entero. Son hombres que son capaces de cometer errores, pero los Santos de los Últimos Días creen que si siguen al profeta de hoy en día, ellos serán bendecidos. Las enseñanzas de los profetas se basan en las Escrituras, y cuando Dios decide revelar nueva doctrina, que lo harán por sus profetas. Cuando los profetas reciben revelación, no siempre significa necesariamente que vamos a escuchar a los profetas nos enseñan doctrina nueva.

Plantilla:Designación respuesta

Doctrina y Convenios contiene revelaciones fundaciones que establecen doctrinas fundamentales, la organización de la Iglesia y el sacerdocio , y la forma de las ordenanzas . Profetas después de Joseph Smith tienen y continúan recibiendo revelación, pero sólo en algunas circunstancias estas revelaciones han sido lo suficientemente fundamental para hacer necesario que se añaden a la LDS canon .

Este patrón se refleja en la Biblia también. Moisés, el profeta fundador de esta dispensación, produjo cinco libros de las Escrituras , que eran la base de la instrucción religiosa de los siglos siguientes . Los libros que siguieron a Moisés para los próximos siglos par eran en su mayoría relatos históricos ( Josué , Jueces, Rut ) , con sólo ocasionales revelaciones grabadas por los profetas posteriores.

El mismo José dejó de recibir tantas revelaciones que se estableció el gobierno de la iglesia. En este punto de su vida , dijo que el Señor no debe ser solicitada por cada pequeña cosa , sobre todo si ya se habían dado o información de revelaciones sobre el mismo tema " acerca de las cosas que el conocimiento de los cuales se debe obtener con toda sinceridad ante Dios por sí mismos " . Después se organizaron los 12 apóstoles el número de revelaciones que José recibió disminuyó dramáticamente. Alrededor de 1835 José dejó de recibir revelaciones como la gente recuerda lo que han hecho , nueve años antes de su martirio. ^[1]

Revelación continúa en la Iglesia

El élder John A. Widtsoe explicó que todavía tenemos la revelación en la Iglesia, incluso si no se está agregando a la Doctrina y Convenios:

No es ... necesidad de la revelación continua. Sin embargo, debemos entender que hay dos clases de la revelación dada por Dios al hombre. La primera trata de la estructura y el contenido del plan de salvación. Una vez dado que no necesita ser dado de nuevo. Adán recibió. *** Cristo dio la misma revelación al hombre en Su dispensación. Así lo hizo José Smith en su dispensación. La fundación, o de la plataforma, una vez dado no deben recibir de nuevo a menos que los hombres olvidan la verdad.

Luego están las revelaciones que se ajustan a los cambios en nuestra vida, satisfacer nuestras nuevas necesidades, ayudarnos a superar imprevistos condiciones-revelaciones para nuestra guía diaria.

Este gran país, los Estados Unidos de América, se ha encontrado en una gran depresión. Tenemos el Evangelio. ¿Qué hizo el Señor? Él habló a su profeta, y tenemos lo que se conoce como el Programa de Bienestar. Es la aplicación de los principios eternos del Evangelio a las necesidades actuales. Es como una revelación. Tenemos ese tipo de revelación continua.

Entonces, cuando la gente dice: "Debemos tener la revelación ahora como lo hicimos en el día de José," hay que responder, "Abre los ojos, tenemos la revelación de cada día; tal como necesitamos día a día."

Revelations han sido dada a José Smith, Brigham Young, John Taylor, Wilford Woodruff, Lorenzo Snow, Joseph F. Smith y el presidente Heber J. Grant. Cada uno de ellos ha tenido la revelación por el que la Iglesia se ha guiado. ^[2]

Siglo 19

Brigham Young

He adulado a mí mismo , si soy tan fiel como yo sé cómo ser a mi Dios ya mis hermanos, ya todos mis convenios , y fieles en el cumplimiento de mi deber , cuando he vivido que es tan antigua como era Moisés cuando el Señor se le apareció , que tal vez entonces pueda tener comunión con el Señor, como lo hizo Moisés. No estoy ahora en esa posición , aunque sé mucho más de lo que yo hice hace veinte , diez o cinco años. Pero sin embargo, yo he vivido en el estado de perfección que yo pueda comulgar en persona con el Padre y el Hijo en mi voluntad y placer? No, aunque me mantengo en la disposición de que me puede manejar a su voluntad y placer . Si soy fiel hasta tengo ochenta años de edad, tal vez el Señor se aparece a mí y me dictan personalmente en la gestión de su Iglesia y la gente . Un poco más de veinte años , y si soy fiel , tal vez voy a obtener esa gracia delante de mi Padre y Dios.

Yo no soy para obtener este privilegio a la vez o en un momento. Es verdad que José Smith en su juventud tuvo revelaciones de Dios . Él vio y comprendió por sí mismo. ¿Conoce usted su vida ? Usted puede leer la historia de la misma . Me familiaricé con él durante muchos años. Tuvo visiones celestiales; ángeles administran a él. Se abrió la visión de su mente para ver y entender las cosas celestiales. Él reveló la voluntad del Señor a la gente, y sin embargo, pero pocos eran realmente familiarizado con el hermano Joseph . Tenía todas las debilidades que un hombre puede tener cuando la visión no estaba en él, cuando fue abandonado a sí mismo . Fue constituida como los demás hombres , y habría requerido años y años más en la carne para convertirse en un Moisés en todas las cosas . Para la longitud de tiempo que él vivió , era un hombre tan bueno como siempre vivió en la carne , Jesús exceptuado . Fue así que ordenó que un hombre tiene que vivir y ganancia por su experiencia que el conocimiento y la sabiduría , y que el grado de estabilidad en su carácter que le presentará favorablemente a las huestes celestiales en todo momento y en cualquier circunstancia. Veamos , entonces, resolver y actuar sobre el principio de la mejora continua. ^[3]

Wilford Woodruff

Los apóstoles , en sus trabajos, porque tenía que trabajar en el mismo principio que los santos en los dos días anteriores y estos últimos han tenido que trabajar upon- a saber, el principio de la fe . José Smith tuvo que trabajar por la fe. Es verdad que él tenía un conocimiento de muchas cosas , como los santos de antaño tenían , pero en muchas cosas que tenía que ejercer la fe . . . Cuando se llamaba a los miembros del Campo de Sión , que muchos de nosotros nunca había contemplado las caras de los demás , éramos extraños entre sí y muchos nunca habíamos visto el profeta. Nos habían dispersado en el extranjero, como el maíz tamizado en un tamiz , a través de la nación. Éramos jóvenes , y fueron llamados en ese día temprano para ir y redimir a Sión , y lo que tenía que ver que teníamos que hacer por la fe. Montamos juntas de los diversos Estados en Kirtland y subimos a redimir a Sión , en cumplimiento del mandamiento de Dios para nosotros. Dios aceptó nuestras obras como El hizo las obras de Abraham . Hemos logrado mucho , aunque apóstatas y no creyentes muchas veces hicieron la pregunta , " ¿Qué has hecho ? " Hemos ganado una experiencia que nunca hubiéramos podido obtener de ninguna otra manera. Hemos tenido el privilegio de contemplar el rostro del profeta , y tuvimos el privilegio de viajar a miles de kilómetros con él , y al ver las obras del Espíritu de Dios con él, y las revelaciones de Jesucristo él y el cumplimiento de aquéllos a revelaciones . Y reunió a unos doscientos ancianos de todo el país en ese día temprano y nos envió transmitimos al mundo para predicar el Evangelio de Jesucristo. Si yo no hubiera ido con el Campo de Sión que no debería haber estado aquí hoy, y supongo que habría sido el caso de muchos otros en este Territorio. Al ir allí nos empujamos a la viña para predicar el Evangelio , y el Señor aceptó nuestros trabajos. Y en todos nuestros trabajos y persecuciones, a menudo con vidas en juego, hemos tenido que trabajar y vivir por la fe. ^[4]

Heber C. Kimball

Sé que esto. Sé que por la revelación por el Espíritu de Dios, porque de esta manera mis comunas Padre Celestial conmigo, y él ha hecho saber a mí su mente y voluntad. Yo nunca lo he visto en persona, pero cuando veo a mis hermanos que ver su imagen, y que descubrir los atributos de Dios en ellos. ^[5]

Orson Pratt

He pensado en la razón por la que no hemos disfrutado de estos regalos con más detalle, es decir, porque no hemos buscado para ellos tan diligentemente como conviene. Hablo por mi parte, no he buscado con tanta diligencia como lo podría haber hecho. Más de cuarenta años han pasado desde que se hicieron esas promesas. He sido bendecido con algunas revelaciones y profecías, y con sueños de las cosas que han sucedido, pero como para ver las cosas como un vidente, y contemplar las cosas celestiales en la visión abierta, no he llegado a estas cosas. ¿Y quién tiene la culpa de esto? No es el Señor, no el hermano Joseph-que no tienen la culpa. Y lo mismo ocurre con las promesas hechas a usted en sus confirmaciones y dotaciones, y por los patriarcas, en sus bendiciones patriarcales; no vivimos hasta nuestros privilegios como santos de Dios y de los ancianos de Israel, pues aunque recibimos muchas bendiciones que se les promete a nosotros, nosotros no recibimos en su plenitud, porque no buscamos para ellos como diligente y fielmente como debemos. ^[6]

¿Dónde hay un siervo de Dios en toda la Iglesia de los Santos de los Últimos Días que ha gozado de los mismos privilegios que muchos de los primeros de los siervos de Dios lo hizo hace 1800 años en el continente oriental? Hay casi ninguna. ¿Hemos contemplado a Jesús cara a cara? ¿Hemos conversado con él como Pedro, Santiago y Juan, y los otros de los Doce hizo en ese día y época del mundo? No, no lo hemos hecho. Puede que haya habido algunas pocas excepciones. ¿Hemos llegado incluso a las bendiciones del sacerdocio menor, por no decir nada acerca de las bendiciones más altas del sacerdocio mayor? ¿Cuáles son las bendiciones prometidas al sacerdocio menor? Son no sólo para mantener la autoridad y administrar en el nombre del Señor en las cosas temporales, y administran en ciertas ordenanzas exteriores, pero hay privilegios que el sacerdocio menor disfrutan superando con creces las administraciones temporales. Ellos iban a tener el privilegio de conversar con los ángeles. ¿Alguna vez se reflejan o se da cuenta cuán grande es un privilegio que es esto?

¿No es un gran privilegio para ir ante el Señor y recibir el ministerio de los ángeles , y las instrucciones de sus bocas con respecto a lo que debe ser hablado con la gente? Pero muy pocos de sacerdocio menor que se sientan bajo el sonido de mi voz, o que han de ser encontrado sobre toda la tierra , han llegado a este privilegio. Si el sacerdocio menor no ha alcanzado a él, tratemos de ver en relación con aquellos que tengan aún más alta autoridad , en relación con los ancianos , setenta, los sumos sacerdotes , a los Doce , los diversos Obispos , y las diversas autoridades y presidir ancianos en diferentes ramas y los asentamientos. ¿Han alcanzado incluso a las bendiciones del sacerdocio menor ? No. Con la excepción de unos pocos individuos que pueden haber surgido de sus privilegios , que pueden haber tenido las visiones de la eternidad se abrieron para ellos, y pueden haber conversado con ángeles , y recibieron instrucciones con respecto a sus llamamientos y deberes , y lo dirán a la gente , pero, con la excepción de estas pocas personas , los demás están fuera en los jardines traseros. Y cuando llegamos a hablar de los privilegios más altos, más allá de la recepción de la administración de los ángeles , puede apenas encontrar un hombre en todo el Reino de los Últimos Días , que ha llegado hasta ellos. No lo he hecho . Hablo a mi vergüenza, y lo hablo , como el hermano de Gates habló acerca de sí mismo , con vergüenza, que no he llegado a los privilegios que pertenecen al sacerdocio mayor. ¿Cuáles son estos privilegios ? Están claramente establecidas en la Palabra de Dios . Los titulares de ese sacerdocio el privilegio no sólo de recibir el ministerio de los ángeles , pero para tener los cielos se abrieron para ellos, y para contemplar el rostro de Dios . . . ¿Cuántos de nosotros hemos ido y recibido nuestro mandato del Señor por la voz del Espíritu de revelación, antes de que nos hemos aventurado ante el pueblo para enseñar las cosas del reino de Dios? Aunque muchas veces he orado y buscado sinceramente y humildemente que yo fuese asistido a predicar al pueblo , y para decir algo en beneficio de ellos , sin embargo, yo no tengo , por mi seriedad y diligencia y fe, ha podido obtener esas revelaciones y visiones que pertenecen al sumo sacerdocio y al apostolado , a fin de saber qué predicar a la gente en la medida de nuestros privilegios para su edificación . Sin embargo, lo que sí sé que el Señor me y mis hermanos ha bendecido , y nos ha dado una porción de su Espíritu , y nuestros corazones se han dictado , como yo creo, por el espíritu de sabiduría y consejo , y las cosas del reino de Dios se dado a conocer a nosotros en el mismo momento , y hemos sido capaces de hablar con ellos , pero no en que el poder y la demostración de que pertenece al sacerdocio del Dios viviente. ^[7]

Orson F. Whitney

"Una noche soñé ... que yo estaba en el Huerto de Getsemaní, un testigo de la agonía del Salvador. ... Me puse de pie detrás de un árbol en primer plano. ... Jesús, con Pedro, Santiago y Juan, llegó a través de un pequeño portillo a mi derecha. Dejando a los tres apóstoles allí, después de decirles a arrodillarse y orar, Él pasó por el otro lado, donde también se arrodilló y oró ...: 'Padre mío, si es posible, que esta copa pase de mí; pero no sea como yo quiero, sino como tú. "

"Mientras oraba, las lágrimas corrían por su rostro, que era [convertido] hacia mí. Me conmovió tanto al ver que yo lloraba también, por pura simpatía con su gran dolor. Todo mi corazón estaba con él. Lo amaba con toda mi alma y anhelaba estar con Él como yo anhelaba nada más.

"En la actualidad él se levantó y caminó hasta donde los apóstoles estaban arrodillados-dormido! Les estrechó suavemente, los despertó, y en un tono de tierno reproche, untinctured por la menor muestra de enojo o regaños, les preguntó si no podían velar con Él una hora. ...

"Al regresar a su lugar, Él oró de nuevo y luego volvió y se encontró otra vez durmiendo. Una vez más los despertó, los amonestó y volvió a orar como antes. Tres veces esto sucedía, hasta que estaba perfectamente familiarizado con su apariencia cara, la forma y los movimientos. Era de estatura noble y de porte majestuoso ... el mismo Dios que Él era y es, sin embargo, tan manso y humilde como un niño pequeño.

"De repente, la circunstancia parecía cambiar. ... En lugar de antes, que fue después de la Crucifixión y el Salvador, con esos tres apóstoles, ahora se puso de pie juntos en un grupo a mi izquierda. Estaban a punto de partir y de ascender al cielo. Pude soportarlo más. Salí corriendo de detrás del árbol, caí a sus pies, le estrechó alrededor de las rodillas, y le rogué que me llevara con él.

"Nunca olvidaré la forma tierna y bondadosa en que se inclinó, me levantó y me abrazó. Era tan vívido, tan real que me sentía el calor de su pecho contra el que descansaba. Entonces dijo: 'No, hijo mío; estos han terminado su trabajo, y pueden ir conmigo; pero tienes que quedarte y terminar la tuya. 'Todavía me aferraba a él. La mirada elevada hacia Su rostro-pues era más alto que yo-yo le rogué fervorosamente: ". Bueno, prométeme que vendré a ti en el último 'Él sonrió con dulzura y ternura, y respondió:" Eso dependerá totalmente de ti . "me desperté con un sollozo en la garganta, y fue la mañana".^[8]

George Q. Cannon

"El élder George Q. Cannon, que estaba en la presidencia de la Iglesia de una sola vez, dijo lo siguiente: 'Yo sé que Dios vive sé que Jesús vive, porque yo lo he visto".. " - Spencer W. Kimball, Ensign (May 1974): 119; George Q. Cannon talk given on 6 October 1896, published in Deseret News Semi–Weekly (27 October 1896), Deseret News Weekly (31 October 1896), and later in Gospel Truth (vol. 1, iv, 1st edition, 1957, compiled by Jerreld L. Newquist).

Lorenzo Snow

Una experiencia de mi padre

Por LeRoi C. Snow

Desde hace algún tiempo la salud del presidente Woodruff había estado fallando. Presidente Casi todas las noches Lorenzo Snow fue a visitarlo en su casa. Esta noche en particular los médicos dijeron que el presidente de madera collar no podía vivir mucho más tiempo, que se estaba volviendo más débil cada día. El presidente Snow le preocupaba mucho. No nos damos cuenta de lo que hoy en día una situación financiera peor a la Iglesia se encontraba en ese tiempo millones-debido de dólares y no poder pagar ni siquiera los intereses de su deuda.

Mi padre fue a su habitación en el Templo de Salt Lake, vestido con su túnica del sacerdocio, se arrodilló ante el altar sagrado en el Santo de los Santos en la Casa del Señor y no suplicar al Señor que perdonara la vida del presidente Woodruff, que el presidente Woodruff le podría sobrevivir y que la gran responsabilidad de los líderes de la Iglesia no se cayera sobre sus hombros. Sin embargo, él prometió al Señor que devotamente desempeñar cualquier trabajo requerido en sus manos. En ese momento él estaba en sus ochenta y seis años.

Poco después el presidente Woodruff fue llevado a California, donde murió el viernes por la mañana a las 6:40 de la tarde 02 de septiembre 1898. Presidente George Q. Cannon conectado a la vez la información a la oficina del presidente en Salt Lake City. Palabra fue remitida al Presidente de la nieve que estaba en Brigham City. El telegrama fue entregado a él en la calle en Brigham. Lo leyó al presidente Rudger Clawson, entonces Presidente de Boxelder Stake, que estaba con él, fue a la oficina de telégrafos y respondió que dejaría en el tren alrededor de las 5:30 de la noche. Llegó a Salt Lake City las 7:15, se procedió a la oficina del Presidente, dio algunas instrucciones y luego se fue a su habitación privada en el Templo de Salt Lake.

Presidente Snow puso las túnicas del templo santo, reparados de nuevo para el mismo altar sagrado, ofreció a los signos del Sacerdocio, y derramó su corazón al Señor. Recordó al Señor cómo abogar por la vida del presidente Woodruff para ser ahorrado, que los días del presidente Woodruff se prolongaron más allá de la suya; que él nunca podría ser llamado a llevar las cargas pesadas y las responsabilidades de la Iglesia. "Sin embargo", dijo, "Hágase tu voluntad. Yo no he buscado esta responsabilidad, pero si es tu voluntad, ahora presentarme ante Ti por Tu guía e instrucción. Les pido que Tú me enseñarás qué te habrías me hago ".

Después de terminar su oración que esperaba una respuesta, alguna manifestación especial del Señor. Así que esperó, y esperó-y esperó. No hubo respuesta, ni voz, ni las visitas, ninguna manifestación. Dejó el altar y la habitación en la gran decepción. Al pasar por la sala de Celestial y hacia fuera en el gran corredor de una gloriosa manifestación se dio el presidente Snow que me relaciono con las palabras de su nieta, Allie joven Pond, ahora la esposa de Elder Noah S. Pond, recientemente presidente de los Estados del Norte Misión:

"Una noche, mientras yo estaba de visita en el abuelo de la nieve en su habitación en el Templo de Salt Lake, que se mantuvo hasta que los guardianes de las puertas se habían ido y la noche-vigilantes aún no habían llegado, así que grand-pa dijo que me llevaría a la fachada principal entrada y déjame salir de esa manera. Él consiguió su manojo de llaves de su cómoda. Después nos fuimos a su habitación y cuando aún estábamos en el gran pasillo que conduce a la sala celestial, yo estaba caminando varios pasos por delante de grand-pa cuando me detuvo y me dijo: "Espera un momento, Allie, quiero decirte algo . Fue aquí que el Señor Jesucristo se me apareció en el momento de la muerte del presidente Woodruff. Él me dio instrucciones de ir a la derecha por delante y reorganizar la Primera Presidencia de la Iglesia de una sola vez y no esperar a como se había hecho después de la muerte de los presidentes anteriores, y que yo iba a suceder al presidente Woodruff.

"Entonces el abuelo llegó un paso más cerca y le tendió la mano izquierda y dijo:" Se puso de pie aquí, a unos tres metros del suelo. Parecía como si Él se puso de pie en un plato de oro macizo.

"El abuelo me contó lo que un personaje glorioso Salvador es y describió Sus manos, pies, rostro y hermosas ropas blancas, todas las cuales fueron de gloria como la de la blancura y el brillo que apenas podía mirarle.

"Luego se acercó un paso más y le puso la mano derecha sobre mi cabeza y dijo:" Ahora, nieta, quiero que recuerden que este es el testimonio de su abuelo, que él te dijo con sus propios labios que que en realidad vio al Salvador, aquí en el templo, y habló con él cara a cara. "

Durante la conferencia de junio de 1919 en una reunión de funcionarios de mia en el Salón de Actos relaté el testimonio anteriormente. El presidente Heber J. Grant inmediatamente se levantó y dijo:

En la confirmación del testimonio dado por el hermano LeRoi C. Nieve citando la nieta de Lorenzo Snow, quiero llamar la atención sobre el hecho de que varios años transcurridos después de la muerte del profeta José antes que el presidente Young fue sostenido como presidente de la Iglesia; después de la muerte del presidente Young, varios años pasaron de nuevo antes que el presidente Taylor se mantuvo, y de nuevo cuando murió varios años antes de que el presidente Woodruff fue sostenido.

Después del funeral del presidente Wilford Woodruff, los apóstoles se reunieron en la oficina de la Primera Presidencia y el hermano Francis M. Lyman dijo: "Me siento impresionado, aunque uno de los miembros más jóvenes del quórum, para decir que creo que sería ser agradable a los ojos del Señor, si la Primera Presidencia de la Iglesia fue reorganizada aquí y ahora mismo. Si estoy en un error con respecto a esta impresión, el presidente Snow y los altos miembros del consejo me puede corregir ".

Presidente Snow, dijo que él estaría contento de escuchar a todos los hermanos sobre esta cuestión, y todos y cada uno de nosotros a nosotros mismos como expresó la creencia de que sería agradable al Señor y que sería lo más apropiado para tener la Presidencia organizó a la vez.

When we had finished, then and not till then, did Brother Snow tell us that he was instructed of the Lord in the temple the night after President Woodruff died, to organize the Presidency of the Church at once. President Anthon H. Lund and myself are the only men now living who were present at that meeting.

Que el Señor bendiga y nos guíe por su espíritu continuamente y que el testimonio que poseemos de la divinidad de la obra siempre esté con nosotros y nuestra fidelidad ser una inspiración para llevar a otros a un conocimiento del Evangelio, es mi oración y Te lo pido en el nombre de Jesucristo, Amén.

Pocos días después de la conferencia de MIA, en una entrevista con el presidente de Lund, en su despacho, volvió a contar el incidente a mí como fue dada por el presidente Grant en relación con la reunión en la oficina de la Primera Presidencia, en la mañana del martes 13 de septiembre de 1898, en la que Lorenzo Snow fue elegido Presidente de la Iglesia. También dijo que él oyó padre diga un número de veces de la aparición del Salvador a él después de que él se había vestido con su túnica del templo, se presentó ante el Señor y ofreció a los signos del Sacerdocio.

Me relacioné esta experiencia en el servicio sacramental sala XVIII. Tras el Viejo reunión Arthur Winter me dijo que también había oído a mi padre hablan de la aparición del Salvador a él en el templo dándole instrucciones no sólo para reorganizar la Primera Presidencia a la vez, sino también para seleccionar los mismos consejeros que el presidente Woodrutt tenía, los presidentes George Q . Cannon y Joseph F. Smith.^[9]

siglo 20

Hugh B. Brown informó de un caso de que su sobrino, Harold B. Lee, escribió en su diario y más tarde compartió:

"Él [Elder Brown] dijo que no era una visión, pero el Señor se le apareció, muy informal, lo mismo que yo estaba sentado hablando con él. El Señor dijo: "Usted ha tenido momentos difíciles en su vida. 'Respondió el tío Hugh:" Sí, y su vida era más difícil de lo que cualquiera de nosotros hemos tenido. "En la conversación el tío Hugh preguntó cuándo se terminaría aquí, y el Señor dijo: "Yo no lo sé y no te lo diría si lo supiera." y dijo: 'Permaneced fieles hasta el fin, y todo va a estar bien. "^[10]

Henry B. Eyring

Estoy agradecido de que yo sé con tanta seguridad como lo hicieron los apóstoles Pedro, Santiago y Juan que Jesús es el Cristo, nuestro Señor resucitado, y que él es nuestro abogado ante el Padre. Sé que el Padre dio testimonio directo de su Hijo Amado, introduciendo el Señor resucitado al joven José Smith en la Arboleda Sagrada. Yo sé que el Libro de Mormón es la palabra de Dios, traducido por el profeta José por medio del poder de Dios. Sé que las llaves del Sacerdocio de Melquisedec se restauraron por aquellos que los recibió del Salvador y que el presidente Gordon B. Hinckley es ahora la única persona en la tierra autorizada para dirigir el uso de todas las dichas claves. Doy testimonio solemne de que esta es la verdadera Iglesia de Jesucristo, en el que se ofrecen las ordenanzas y los convenios, lo que si es aceptado y honrado productos paz en esta vida y nos asegura la vida eterna en el mundo venidero. En el nombre de Jesucristo, amén.^[11]

James E. Faust

La mía es la certeza de que Jesús es nuestro Salvador divino Redentor, y el hijo de Dios Padre. Sé de su realidad por una percepción segura tan sagrado que no puedo dar expresión a la misma. Sé y testifico con una conciencia absoluta de que José Smith restauró las llaves del cumplimiento de los tiempos, y que todos los presidentes de la Iglesia ha sostenido esas claves, al igual que el presidente Gordon B. Hinckley en la actualidad.^[12]

David B. Haight

• Elder Haight relató una larga visión concedida a él durante una enfermedad grave en Ensign (noviembre 1989): 59-60.
• Véase más abajo para Elder Haight en la revelación de 1978.

Harold B. Lee

With all my soul and conviction, and knowing the seriousness and import of that testimony, I tell you that I know that he lives. I am conscious of his presence much of the time when I have needed him most; I have known it out of the whisperings of the night, the impressions of the daytime when there were things for which I was responsible and on which I could receive guidance. So I testify to you and tell you that he is closer to the leaders of this Church than you have any idea. Listen to the leaders of this Church and follow their footsteps in righteousness, if you would learn not only by study but also by faith, which testimony I bear most humbly and sincerely in the name of the Lord Jesus Christ. Amen.^[13]

[I will tell you of] an experience I had when I first came into the Council of the Twelve. I had wondered what it took to be a special witness of the Lord and Master. How frightening it was now that I was named to be a special witness! So that I could say without any hesitance and with all the declaration of my soul that I knew He lived, I had to have an experience. When the reality of the story of His life, ministry, His crucifixion, and His resurrection were as real as though I had been there, this is what I was saying. I didn't have to go stand on those places in the Holy Land to know, because it was as though I had seen them before.^[14]

May I bear my own testimony. Some years ago two missionaries came to me with what seemed to them to be a very difficult question. A young minister had laughed at them when they had said that Apostles were necessary today in order for the true Church to be upon the earth. They said that the minister said, "Do you realize that when the Apostles met to choose one to fill the vacancy caused by the death of Judas, they said it had to be one who companied with them and had been a witness of all things pertaining to the mission and resurrection of the Lord? How can you say you have Apostles, if that be the measure of an Apostle?"

And so these young men said, "What shall we answer?"

I said to them, "Go back and ask your minister friend two questions. First, how did the Apostle Paul gain what was necessary to be called an Apostle? He didn't know the Lord, had no personal acquaintance. He hadn't accompanied the Apostles. He hadn't been a witness of the ministry nor of the resurrection of the Lord. How did he gain his testimony sufficient to be an Apostle? And the second question you ask him is, How does he know that all who are today Apostles have not likewise received that witness?"

I bear witness to you that those who hold the apostolic calling may, and do, know of the reality of the mission of the Lord.^[15]

I bear my witness to you this morning. There are some witnesses I cannot give now, perhaps sometime later. Many things are too sacred to share at this time. I have received a witness that I cannot or dare not deny. When I see Jesus, I cannot mistake His identity. I know that He lives!^[16]

Spencer W. Kimball

“I know that God lives. I know that Jesus Christ lives,” said John Taylor, my predecessor, “for I have seen him.” I bear this testimony to you brethren in the name of Jesus Christ. Amen."^[17]

Dallin H. Oaks

Why don't our talks in general conference and local meetings say more about the miracles we have seen? Most of the miracles we experience are not to be shared. Consistent with the teachings of the scriptures, we hold them sacred and share them only when the Spirit prompts us to do so…In bearing testimonies and in our public addresses we rarely mention our most miraculous experiences, and we rarely rely on signs that the gospel is true. We usually just affirm our testimony of the truthfulness of the restored gospel and give few details on how we obtained it. Why is this? Signs _follow_ those that believe. Seeking a miracle to convert someone is improper sign seeking. By the same token, it is usually inappropriate to recite miraculous circumstances to a general audience that includes people with very different levels of spiritual maturity. To a general audience, miracles will be faith-reinforcing for some but an inappropriate sign for others.^[18]

Visions do happen. Voices are heard from beyond the veil. I know this. But these experiences are exceptional. And those who have these great and exceptional experiences rarely speak of them publicly because we are instructed not to do so (see D&C 63:64) and because we understand that the channels of revelation will be closed if we show these things before the world.^[19]

Boyd K. Packer

• There has come, these last several years, a succession of announcements that show our day to be a day of intense revelation, equaled, perhaps, only in those days of beginning, 150 years ago But then, as now, the world did not believe. They say that ordinary men are not inspired; that there are no prophets, no apostles; that angels do not minister unto men—not to ordinary men. That doubt and disbelief have not changed. But now, as then, their disbelief cannot change the truth. We lay no claim to being Apostles of the world—but of the Lord Jesus Christ. The test is not whether men will believe, but whether the Lord has called us—and of that there is no doubt. We do not talk of those sacred interviews that qualify the servants of the Lord to bear a special witness of Him, for we have been commanded not to do so. But we are free, indeed, we are obliged, to bear that special witness…Like all of my Brethren, I too come from among the ordinary people of the Church. I am the seventy–eighth man to be accepted by ordination into the Quorum of the Twelve Apostles in this dispensation. Compared to the others who have been called, I am nowhere near their equal, save it be, perhaps, in the certainty of the witness we share. I feel compelled, on this 150th anniversary of the Church, to certify to you that I know that the day of miracles has not ceased. I know that angels minister unto men. I am a witness to the truth that Jesus is the Christ, the Son of God, the Only Begotten of the Father; that He has a body of flesh and bone; that He knows those who are His servants here and that He is known of them. I know that He directs this Church now, as He established it then, through a prophet of God. In the name of Jesus Christ, amen.^[20]

• Dreams and visions and visitations are not uncommon in the Church and are a part of all that the Lord has revealed in this dispensation. Thus a worthy Church member may be the recipient of a marvelous spiritual experience. I have come to know that these experiences are personal and are to be kept private. Recipients should ponder them in their heart and not talk lightly about them.^[21]

• I did not accept it [my spiritual witness] as a commission or a setting apart. It was a testimony, a witness, the witness. From that time to this, my challenge has not been with obedience, nor with resolution or diligence; it has been with restraint! The challenge has been to temper myself and bridle my impulsive Danish personality. It has been to keep sacred and keep private that which each of us must learn for one's own self. Such an experience is at once a light to follow and a burden to carry.^[22]

• Revelation continues with us today. The promptings of the Spirit, the dreams, and the visions and the visitations, and the ministering of angels all are with us now. And the still, small voice of the Holy Ghost “is a lamp unto [our] feet, and a light unto [our] path.” (Ps. 119:105.) Of that I bear witness, in the name of Jesus Christ, amen.^[23]

• All teachers are, of course, themselves students. While as teachers there are some difficult questions that we can hardly attempt to answer, likewise as students there are some questions that we could not in propriety ask.

One question of this type I am asked occasionally, usually by someone who is curious, is, "Have you seen Him?" That is a question that I have never asked of another. I have not asked that question of my Brethren in the Council of the Twelve, thinking that it would be so sacred and so personal that one would have to have some special inspiration—indeed, some authorization—even to ask it.

Though I have not asked that question of others, I have heard them answer it—but not when they were asked. I have heard one of my Brethren declare, "I know, from experiences too sacred to relate, that Jesus is the Christ." I have heard another testify, "I know that God lives, I know that the Lord lives, and more than that, I know the Lord." I repeat: they have answered this question not when they were asked, but under the prompting of the Spirit, on sacred occasions, when "the Spirit beareth record." (D&C 1:39.)

There are some things just too sacred to discuss: not secret, but sacred; not to be discussed, but to be harbored and protected and regarded with the deepest of reverence.^[24]

• "Have you seen Him?' That is a question that I have never asked of another. I have not asked that question of my brethren in the Quorum, thinking that it would be so sacred and so personal that one would have to have some special inspiration, indeed, some authorization, even to ask it.… I have come to know what the Prophet Alma meant:

"It is given unto many to know the mysteries of God; nevertheless they are laid under a strict command that they shall not impart only according to the portion of his word which he doth grant unto the children of men, according to the heed and diligence which they give unto him.

"And therefore, he that will harden his heart, the same receiveth the lesser portion of the word; and he that will not harden his heart, to him is given the greater portion of the word, until it is given unto him to know the mysteries of God until he know them in full." (Alma 12:9-10.)

There are those who hear testimonies borne in the Church, by those in high station and by members in the wards and branches, all using the same words-"I know that God lives; I know that Jesus is the Christ," and come to question, "Why cannot it be said in plainer words? Why aren't they more explicit and more descriptive. Cannot the Apostles say more?"

Some seek for a witness to be given in some new and dramatic and different way.… To one who is honestly seeking, the testimony borne in these simple phrases is enough; for it is the Spirit that beareth record, not the words.^[25]

• “I want our family to know that they have heard grandpa bear his testimony. I know that Jesus is the Christ, that He lives, that the gospel is true, and that I know Him when I see Him, and I know His voice when I hear Him. I want you little ones to remember that you heard your grandfather bear a special witness of the Lord Jesus Christ.”^[26]

George F. Richards

The Lord has revealed to men by dreams something more than I [President Kimball] ever understood or felt before. I heard this more than once in quorum meetings of the Council of the Twelve when George F. Richards was president. He was the venerable father of Brother LeGrand Richards who has just spoken to us. He said,

“I believe in dreams, brethren. The Lord has given me dreams which to me are just as real and as much from God as was the dream of King Nebuchadnezzar, which was the means of saving a nation from starvation, or the dream of Lehi who through a dream led his colony out of the old country across the mighty deep to this promised land, or any other dreams that we might read in the scriptures.

“It is not out of place for us to have important dreams,” he said. “And then more than 40 years ago I had a dream which I am sure was from the Lord. In this dream I was in the presence of my Savior as he stood mid-air. He spoke no word to me, but my love for him was such that I have not words to explain. I know that no mortal man can love the Lord as I experienced that love for the Savior unless God reveals it to him. I would have remained in his presence, but there was a power drawing me away from him.

“As a result of that dream, I had this feeling that no matter what might be required of my hands, what the gospel might entail unto me, I would do what I should be asked to do even to the laying down of my life.

“And so when we read in the scriptures what the Savior said to his disciples, ‘In my Father’s house are many mansions: … I go to prepare a place for you … that where I am, there ye may be also.’ (John 14:2–3.) I think that is where I want to be.

“If only I can be with my Savior and have that same sense of love that I had in that dream, it will be the goal of my existence, the desire of my life.”^[27]

Marion G. Romney

[In his journal, Marion G. Romney wrote:] I don't know just how to answer people when they ask the question, "Have you seen the Lord?" I think that the witness that I have and the witness that each of us has, and the details of how it came, are too sacred to tell. I have never told anybody some of the experiences I have had, not even my wife. I know that God lives. I not only know that he lives, but I know him.^[28]

1978 Revelation

Many witnesses described the 1978 revelation on the priesthood. Wrote the past LDS Church Historian:

As a historian I sought to learn the particulars and record them in my private diary. The following account is based on dozens of interviews with persons who talked with church officials after the revelation was announced. Although members of the Twelve and the First Presidency with whom I sought interviews felt they should not elaborate on what happened, I learned details from family members and friends to whom they had made comments. . . .

Those in attendance said that as [President Kimball] began his earnest prayer, they suddenly realized that it was not Kimball's prayer, but the Lord speaking through him. A revelation was being declared. Kimball himself realized that the words were not his but the Lord's. During that prayer some of the Twelve -- at least two who have said so publicly -- were transported into a celestial atmosphere, saw a divine presence and the figures of former presidents of the church (portraits of whom were hanging on the walls around them) smiling to indicate their approval and sanction. . . .

At the end of the heavenly manifestation Kimball, weeping for joy, confronted the church members, many of them also sobbing, and asked if they sustained this heavenly instruction. Embracing, all nodded vigorously and jubilantly their sanction. There had been a startling and commanding revelation from God -- an ineffable experience.

Two of the apostles present described the experience as a "day of Pentecost" similar to the one in the Kirtland Temple on April 6, 1836, the day of its dedication. They saw a heavenly personage and heard heavenly music. To the temple-clothed members, the gathering, incredible and without compare, was the greatest single event of their lives. Those I talked with wept as they spoke of it. All were certain they had witnessed a revelation from God.^[29]

Elder David B. Haight said of the same experience:

I would hope someday that our great-grandson Mark and others of our posterity would have similar spiritual experiences and that they would feel the spiritual power and influence of this gospel. I hope that Mark and others will have opportunities such as I had when I was in the temple when President Spencer W. Kimball received the revelation regarding the priesthood. I was the junior member of the Quorum of the Twelve. I was there. I was there with the outpouring of the Spirit in that room so strong that none of us could speak afterwards. We just left quietly to go back to the office. No one could say anything because of the powerful outpouring of the heavenly spiritual experience.

But just a few hours after the announcement was made to the press, I was assigned to attend a stake conference in Detroit, Michigan. When my plane landed in Chicago, I noticed an edition of the Chicago Tribune on the newsstand. The headline in the paper said, "Mormons Give Blacks Priesthood." And the subheading said, "President Kimball Claims to Have Received a Revelation." I bought a copy of the newspaper. I stared at one word in that subheading: claims. It stood out to me just like it was in red neon. As I walked along the hallway to make my plane connection, I thought, Here I am now in Chicago walking through this busy airport, yet I was a witness to this revelation. I was there. I witnessed it. I felt that heavenly influence. I was part of it. Little did the editor of that newspaper realize the truth of that revelation when he wrote, "Claims to Have Received a Revelation." Little did he know, or the printer, or the man who put the ink on the press, or the one who delivered the newspaper -- little did any of them know that it was truly a revelation from God. Little did they know what I knew because I was a witness to it.^[30]

Plantilla:Endnotes label

1. ↑ Richard L. Bushman, Joseph Smith: Rough Stone Rolling (New York: Knopf, 2005), 257.
2. ↑ John A. Widtsoe, "Modern Revelation and Modern Questions," The Deseret News, Church Section (28 January 1939): 6.
3. ↑ Brigham Young, (September 1, 1859) Journal of Discourses 7:243-244
4. ↑ Wilford Woodruff, (December 12, 1869) Journal of Discourses 13:158
5. ↑ Heber C. Kimball, (19 February 1865) Journal of Discourses 11:82
6. ↑ Orson Pratt, (May 11, 1878) Journal of Discourses 25:146-147
7. ↑ Orson Pratt, (18 Sept 1859) Journal of Discourses 7:309-310, 312
8. ↑ Orson F. Whitney, "The Divinity of Jesus Christ," Improvement Era (Jan. 1926), 224–25. off-site (Inglés); see also Liahona (Dec 2003): 16; punctuation, capitalization, and spelling standardized.
9. ↑ LeRoi C. Snow, "An Experience of My Father’s," Improvement Era (September 1933). off-site (Inglés)
10. ↑ Cited in G. Homer Durham, N. Eldon Tanner: His Life and Service (Salt Lake: Deseret Book, 1982), 254-256.
11. ↑ Henry B. Eyring, "Witnesses for God," Ensign (November 1996), 30. off-site (Inglés)
12. ↑ James E. Faust, Conference Report (April 1995), 83. See also James E. Faust, "Heirs of the Kingdom of God," Ensign (May 1995), 61. off-site (Inglés)
13. ↑ Harold B. Lee, Conference Report (April 1968), 131–132.
14. ↑ Harold B. Lee, Teachings of Harold B. Lee (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1996), 13. GospeLink
15. ↑ Harold B. Lee, Teachings of Harold B. Lee (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1996), 456–457. GospeLink
16. ↑ Harold B. Lee, Teachings of Harold B. Lee (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1996), 636. GospeLink
17. ↑ Spencer W. Kimball, "Strengthening the Family—the Basic Unit of the Church," Ensign (May 1978), 45. off-site (Inglés)
18. ↑ Dallin H. Oaks, "Miracles," CES Fireside in Calgary, Canada, 7 May 2000, 3.
19. ↑ Dallin H. Oaks, "Teaching and Learning by the Spirit," Ensign (March 1997), 14. off-site (Inglés)
20. ↑ Boyd K. Packer, "A Tribute to the Rank and File of the Church," Ensign (May 1980), 65. off-site (Inglés)
21. ↑ Boyd K. Packer, The Things of the Soul (Salt Lake City: Bookcraft, 1997), 56 [Address given at Young Adults Church Education System broadcast 7 November 1993.]
22. ↑ Boyd K. Packer, cited in Lucile C. Tate, Boyd K. Packer: A Watchman on the Tower (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1995), 60.
23. ↑ Boyd K. Packer, "Revelation in a Changing World," Ensign (November 1989), 16. off-site (Inglés)
24. ↑ Boyd K. Packer, Teach Ye Diligently (Salt Lake City: Deseret Book, 1975), 86–87.
25. ↑ Boyd K. Packer, "'The Spirit Beareth Record," Ensign (June 1971), 87–88. off-site (Inglés)
26. ↑ “Jesus is the Christ,” Church News (25 December 2010): 3.
27. ↑ Spencer W. Kimball, "The Cause Is Just and Worthy," Conferencia General (April 1974).
28. ↑ Marion G. Romney, cited in F. Burton Howard, Marion G. Romney: His Life and Faith (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1988), 222.
29. ↑ Leonard J. Arrington, Adventures of a Church Historian (Urbana and Chicago: University of Illinois Press, 1998), 176-177
30. ↑ David B. Haight, "This Work Is True," Ensign (May 1996), 22. off-site (Inglés)

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